2.2.16

La despedida más triste

Hace casi un año que no paso por acá, y es que hace casi un año que no escribo... Después de recibir una mala noticia y pasar unos meses difíciles, vuelvo para compartir lo primero que volví a escribir, hace 3 meses.
Es una carta, la más triste que escribí. Sé que con sólo pensarla ya le habría llegado a quien la inspiró, pero la comparto porque si no me quedo trabada en la página siguiente de mi libreta, sin poder agarrar de nuevo la lapicera.


02.10.2015

Anoche fue la noche más triste en 8 años, cuando, también una noche después de cenar, la abuela nos dejaba justo después de haberla visitado. Ahora, hace un rato, te fuiste con ella...

La peleaste como un guerrero durante mucho tiempo... con tu corazón partido desde que la abuela se fue y tu cuerpo cansado que te hizo lucharla todos estos años.
Sé que mamá y yo fuimos tu razón para seguir adelante y no dejarte vencer, para soportar tu diálisis (esa que no querías pero que nos regaló más tiempo compartido) y, después, tus dolores. Sé que lo hiciste por nosotras, para no dejarnos solas porque todavía no estábamos listas para no tenerte. Y no estamos listas... ¿algún día estaré lista para seguir sin vos?

Me enseñaste tanto... tu fuerza, tu perseverancia, tu sabiduría, tu constancia, tu esfuerzo, tu profesionalismo, tu compañerismo, tu comprensión, tu escucha y tus consejos son los ejemplos por los que ahora sigo adelante.
Ahora más que nunca me doy cuenta cuánto te consultaba o preguntaba. Cuando estoy perdida en el centro y no te puedo llamar (aunque a veces, a pesar de tus indicaciones, me perdía más), cuando no sé qué hacer con mis ahorros y no puedo pedirte tu opinión, cuando quiero hablar de fútbol y no estás para opinar todo lo contrario, cuando no sé cómo enfrentar o resolver un problema y no puedo preguntarte qué harías vos... Estuviste tan presente y eras tan importante para mí!
Hoy sufro tu partida el doble porque fuiste mi abuelo pero también mi papá...

Desde que tengo memoria, verte me alegraba el día. Me acuerdo cuando era chiquita y vos llegabas... iba corriendo a tu encuentro para que me hicieras upa (m[as de una vez te hice salir al pasillo del ascensor porque en casa no había espacio para carreritas), y cuando crecí y nos veíamos cada fin de semana no veía la hora de que llegaras. Incluso cuando nos mudamos con vos, llegar a casa era siempre lindo porque me recibías con sonrisa y ojos contentos (y sé que tu sonrisa no la veía cualquiera).

Hoy cuando entré en casa, en mi cabeza me escuché decir bien fuerte "holaaaa!!", y escuché tu voz contestarme "Bichiiii", y sonreí... aunque me faltaron tu beso y abrazo.
No sé si algún día me voy a acostmbrar a no tenerte, a no verte, a no pelearte, a no retarte, a no cuidarte, a no abrazarte, a no hacerte reir... creo que no (y tampoco sé si quiero).

Donde estés, sé que me vas a estar mirando y cuidando... y no voy a dejar nunca de pensarte, de hablarte, de abrazarte. Sé que vas a estar conmigo, inspirándome para tomar las mejores decisiones y poniendo en mi camino señales para encontrar lo que me haga feliz.
Cada recuerdo tuyo me va a traer una sonrisa y me va a llenar el corazón... Te voy a extrañar!!

Belu.

Sé que siempre vas a estar así, abrazándome y sosteniéndome fuerte en cada paso... y cada recuerdo me va a traer una sonrisa y me va a llenar el corazón... Toto te voy a extrañar TANTO TANTO TANTO!!!!!!!